lunes, 3 de diciembre de 2007

Una Nueva Arca de Noé


El actual proceso denominado “cambio climático”, plantea, más allá de los factores que lo han desencadenado -bien sea este un proceso natural, cíclico ó la consecuencia de las nefastas acciones humanas- una real e inquietante arista: la sobrevivencia de las especies.

La vida, el sentido de la vida, volverá a su más esencial y natural significado: la lucha por la existencia. Cada individuo, cada especie, regresará a la forma de vida que sus milenarios antecesores habían desarrollado. La Naturaleza y su despiadada esencia aflorarán nuevamente en Gerda, extendiendo su manto y pulsando las existencias de miles a la sobrevivencia.

Camino a la Extinción (“Highway to Extinction”)

Este es el epíteto que le han dado algunos científicos al catastrófico proceso que se desarrolla a partir del “cambio climático” y sus efectos sobre el planeta y sobre los seres vivos. De hecho, el aumento de la temperatura ocasionará la extinción de varias especies, aumentando a su vez, la hambruna, produciendo extensas sequías e inundaciones…

Es lo que se ha denominado como el Camino a la Extinción.

El reporte del Panel Intergubernamental de Cambio Climático establece que con un 90% de probabilidad -estudio en el cual trabajan más de dos mil científicos y que abarca a ciento veinte gobiernos- que ante el irreversible proceso planetario, millones de humanos morirían, como también numerosas otras especies animales. El promedio de temperatura global ha aumentado considerablemente desde 1990, lo que proyectado al año 2020 generará que entre 400 millones y 1, 7 billones de personas no podrán conseguir agua, aumentando así las enfermedades infecciosas y el aumento de las alergias. Si se produce un aumento de 1, 8 grados Celsius, por lo menos 2 billones de personas no tendrán agua y entre 20 y 30 por ciento de las especies del planeta se encontrarán en claro peligro de extinción. Los hombres morirán de hambre, malnutrición, enfermedades, olas de calor, inundaciones y sequías. Esto acontecería alrededor del año 2050, dependiendo del grado de aceleración o lentitud del proceso planetario. En el extremo de la proyección, esto es, un aumento entre 7 y 9 grados el informe establece que “un quinto de la población mundial sufrirá los procesos de inundación…”. “1, 1 a 3, 2 billones de personas no tendrán acceso alguno a fuentes de aguas… deviniendo en un extenso proceso de extinción a escala planetaria”. Este aumento, de acuerdo a los científicos, está altamente determinado por las emisiones de dióxido de carbono. El Arca de Noé El catastrófico proceso ha generado diversas reacciones que apuntan en la actualidad a un desesperado intento de preservación. Nos enfrentamos ante un proceso planetario drástico. Por este motivo, recientemente, se ha dado a conocer la existencia de un catálogo de todas las especies de la Tierra, proyecto donde trabajan alrededor de tres mil científicos y que concluiría el año 2011. Hasta el momento, se han detectado 1, 009, 000 especies.

El proyecto, liderado por Frank Bisby de la University of Reading de Inglaterra, se ha desarrollado a escala global. Los científicos esperan registrar 1, 75 millones de especies. Uno de los biólogos del Museo de Historia Natural del Instituto Smithsoniano, ha señalado que el catálogo incluye “todos los organismos vivos conocidos, desde las plantas a los animales, pasando por el fungí y microorganismos tales como las bacterias, los protozoos y los virus. El listado no incluye, sin embargo, a las especies fósiles”.

El Catálogo de Vida del Sistema de Información Taxonómico de especies del año 2000 ha otorgado una vasta red de información acerca de las especies registradas.

A esto, se le suma el proyecto Arca Congelada, en la cual científicos británicos han creado el primer banco de ADN del mundo, que busca preservar información genética de miles de especies en peligro de extinción. Éste proyecto contempla coleccionar muestras de ADN y tejidos de las especies más amenazadas, en caso de que fracasen los esfuerzos para evitar su desaparición*.

Las muestras serán congeladas a una temperatura de 80 grados bajo cero, según lo han explicado expertos de las tres instituciones a cargo del proyecto: la Universidad de Nottingham, el Museo de Historia Natural y la Sociedad Zoológica de Londres.

Si bien no hay planes de utilizar las muestras para clonación, los científicos responsables del Arca no descartan hacerlo en el futuro. Brian Clark, de la Universidad de Nottingham señaló que "se sabe que el ADN puede durar hasta 100,000 años en condiciones naturales. En condiciones ideales podríamos preservarlo aún por más tiempo". Entre las especies más amenazas figuran el caballito de mar amarillo (Hippocampus kuda), la paloma Socorro (Zenaida graysoni), que sólo habita la remota isla Socorro, en la costa oeste de México, el "Pollo de montaña", que es en realidad una rana (Leptodactylus fallax) y vive en las islas de Montserrat y Dominica y el Orix de Arabia (Oryx dammah), del norte de África, amenazado por la caza y el avance del desierto.

El deshielo del Ártico

El catedrático de Ecología de la Universidad de Alaska Fairbanks, F. Stuart Chapin, estableció la posibilidad que en un plazo menor de cincuenta años desaparezca el hielo del Ártico como consecuencia del calentamiento global, puesto que se están desencadenando cambios más rápidamente de lo que se preveía.

Chapin consideró que vivimos un momento "crítico" para el futuro de la biodiversidad y del planeta. A su juicio, los informes del Grupo Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC, en sus siglas en inglés) de la ONU son "muy conservadores".

De acuerdo a las investigaciones realizadas por el equipo de Chapin en la Universidad de Alaska, la nieve se funde cada vez más temprano en el Ártico, con lo que se acelera el proceso del cambio climático en la región, la cual ha experimentado en los últimos años las temperaturas más elevadas de los cuatro últimos siglos.

La prolongación de la temporada sin nieve ha permitido, según Chapin, la ampliación hacia el norte de Alaska del bosque boreal (árboles y arbustos) que, progresivamente, está colonizando las regiones anteriormente ocupadas por la tundra. De mantenerse el actual ritmo de expansión de los bosques, el calentamiento de la atmósfera en el Ártico podría multiplicarse entre 2 y 7 veces en las próximas décadas.

La Cosmogonía Glacial

Todo este proceso planetario, de acuerdo a Hanns Hörbiger, es el resultado de la mecánica cósmica del sistema solar, definido por la eterna lucha entre el Hielo y el Fuego. Esta dinámica se traduce en los procesos planetarios que han afectado y afectarán a la Tierra y a sus habitantes.

Hörbiger nos habla de la precesión de los equinoccios, de los procesos cíclicos y catastróficos gélidos que asolan al planeta. ¿Qué sucede cuando los hielos del Ártico se derritan? Necesariamente aumentará el nivel de las aguas a nivel mundial, modificando las zonas habitables, generando asimismo un desequilibrio en las masas de agua, afectando con ello la relación gravitacional con la Luna…

¿Resultado? Una descomposición de la gravitación gradual y el impacto del satélite contra la Tierra. Estos acontecimientos se encuentran registrados en los Códices Mayas y en innumerables mitos y leyendas de la América Aborigen y en Europa.

Esto ya sucedió y volverá a suceder

La historia del Arca de Noé, según los capítulos 6 al 9 del libro del Génesis, es la salvación del linaje de los hombres y algunas especies frente a un gran diluvio. En el Arca, Noé lleva a su esposa, a sus hijos Sem, Cam y Jafet junto a sus respectivas mujeres. Además, lleva especies de animales en pareja, con el fin de preservarlas también de la catástrofe.

Cuando Noé completó el Arca, él y su familia y los animales zarparon y según el Génesis, "aquel día fueron rotas todas las fuentes, y las cataratas del cielo se abrieron, y hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches".

“El diluvio cubrió hasta las montañas más altas a una profundidad de más de 20 pies y todas las criaturas de la Tierra murieron; sólo Noé y los que estaban con él en el Arca sobrevivieron”

Finalmente, después de muchos días, el Arca se aposentó en el Monte Ararat y las aguas retrocedieron por otros cuantos días hasta que emergieron las cimas de las montañas. Entonces Noé envió a un cuervo que "salió, y estuvo yendo y volviendo hasta que las aguas se secaron sobre la tierra".

Luego Noé envió una paloma, que regresó porque no tuvo donde posarse. Noé envió de nuevo a la paloma y regresó con una hoja de olivo en su pico, y entonces supo que las aguas se habían retirado. Noé esperó siete días más y envió a la paloma una vez más, y esta vez el ave no regresó. Entonces él y su familia y los animales salieron del Arca, y poblaron la nueva Tierra.

Conocimiento de este proceso en el pasado se encuentra asimismo en la tradición oral de los Araucanos, donde se relata la lucha entre la serpiente Kai Kai y Thren Thren: el diluvio, la Gran Catástrofe, en la cual los hombres encuentran la salvación sólo en las altas cumbres.

De acuerdo a la concepción hindú de los Kalpas, al completarse un ciclo, el Polo Norte pasa al Sur y este al Norte. Es decir, cambia el Eje Terrestre en un drástico proceso de transformación del planeta. Tras la catastrófica modificación de los climas, las zonas costeras y las áreas habitables, advendrá una Nueva Era.

Rafael Videla Eissmann

Agosto de 2007.


* La inminente catástrofe se ha traducido en la elaboración de un registro genético de especies, una nueva Arca de Noe, en la cual científicos clasificarán genéticamente a todas las especies de la Tierra mediante muestras de ADN, desarrollado de este modo un 'código de barra' para cada planta y animal del mundo. El objetivo es determinar el estado de la biodiversidad en el planeta, el ritmo de extinción y facilitar la detección de pestes agrícolas y agentes patógenos. El proyecto parte de un consorcio internacional formado por cincuenta museos, zoológicos, agencias de gobierno y organizaciones especializadas en biodiversidad con el objetivo de crear un enorme catálogo genético de la vida existente en la Tierra. Los investigadores del Consorcio para la Clasificación de Vida (http://barcoding.si.edu/), presente en veinticinco naciones del mundo, anunciaron en Londres, Inglaterra, el 10 de Febrero del año 2005, que tomarán segmentos de ADN de todas las especies conocidas del mundo y las vincularán a fotos, descripciones y una serie de datos para crear un 'código de barra' de cada animal o planta. La información de criaturas tan pequeñas como el plancton o inmensas como la ballena serán ingresadas en una gigantesca base de datos, que facilitará a expertos y aficionados clasificar la biodiversidad terrestre. El ambicioso proyecto comenzará con tres iniciativas. En 2010, una de ellas habrá finalizado la definición de códigos para las cerca de 10.000 especies de aves conocidas. Otra se concentrará en los casi 23 mil tipos de peces y un tercer proyecto más complejo se dedicará a 8.000 especies de plantas, partiendo por Costa Rica y América Central. Mientras los científicos están preparados para salir a recolectar muestras en todos los continentes, el consorcio también contempla la posibilidad de registrar 'códigos de barra' de animales extintos y cuyos restos se encuentran hoy en museos, universidades y centros de investigación.

Asentamiento humano de 10 mil años en la II Región

TalTal.


En la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del siglo XX, Taltal florecía. Era el auge del salitre y la ciudad era un gran polo económico y cultural para Chile. Aunque hoy sólo quedan ruinosos edificios que atestiguan ese pasado y sus habitantes luchan por subsistir en el desierto, estudios arqueológicos revelan una historia de grandeza que se remonta miles de años.

En 1999, mientras realizaban estudios de impacto ambiental para obras viales, arqueólogos hallaron nuevas evidencias de ocupación prehistórica. Tras años de excavaciones se identificaron 37 sitios arqueológicos que revelan a Taltal como una de las zonas de ocupación más antiguas detectadas hasta ahora en Chile.

Enclave estratégico

Así lo revela el arqueólogo José Castelleti, líder del grupo, quién usó técnicas de carbono 14 y termoluminiscencia para establecer, por primera vez, la fecha exacta de los primeros asentamientos registrados en esta área costera de la II región. “La fecha más antigua data de 10300 años atrás, uno de los sitios más antiguos después de Monteverde, en el sur de Chile, que tiene 12.500 años, explica”.

“También obtuvimos una secuencia completa de la ocupación humana en el área de Taltal previa a la llegada de los españoles”, agrega Castelleti. Los restos hallados indican que estos ancestrales pobladores pertenecían al complejo cultural Huentelauquén.

Estudios previos establecieron que este pueblo se extendió hasta la altura de Pichilemu y que tenía su principal dentro en Los Vilos, pero los nuevos hallazgos permiten establecer que Taltal era también un enclave importante.

“Creemos que pudo ser una puerta de entrada hacia el Norte Chico y Norte Grande, pues hallamos evidencia de contactos e intercambio con otras culturas en tiempos posteriores. Había un gran movimiento en Taltal en aquellos días, lo que podríamos comparar con lo que pasó con el auge del salitre”, apunta Castelleti.

El poder del mar

Eran principalmente grupos nómades que vivían en familias extendidas abarcando varias generaciones.

El biólogo marino Gastón Maltraín, que participó en la investigación, dice que una de las principales diferencias con otros grupos Huentelauquén es que se especializaron en recolectar productos del mar.

“Tenían una dieta de invertebrados marinos, como locos, lapas y erizos”, las ocupaciones humanas en la costa de Taltal resultaron ser más antiguas de lo que se pensaba y revelan que era un enclave estratégico, dice Maltraín. Castelleti agrega que en Taltal se asentaban en aleros rocosos cerca de las aguadas, suerte de vertientes semi salobres.

Además de recursos marinos cazaban animales como el guanaco, para lo cual crearon un efectivo instrumental de caza con varios tipos de puntas de proyectil. Sus costumbres fúnebres reflejaban el poderoso influjo del mar: enterraban a sus muertos mirando hacia el océano, al abrigo de las rocas e incluyendo todo su instrumental de caza y pesca.

Grupos de pobladores que se especializaron en la recolección de productos del mar habitaron una zona de 60 km. cerca del poblado actual de Taltal. Se trataría de unos de los principales enclaves de la cultura Huentelauquén.

Los primeros habitantes de la costa

Científicos descubrieron 37 sitios arqueológicos en las inmediaciones del nortino poblado te Taltal.

Cultura Huentelauquén

Ocupación más antigua detectada: 10.300 años del presente.
Distribución: 60 km en la planicie costera de las inmediaciones de Taltal.
Hallazgos: asentamientos, sepulturas con restos humanos, herramientas, pinturas rupestres.

Fuente: Diario La Tercera. Santiago de Chile. 27 de Agosto de 2006.

lunes, 19 de noviembre de 2007

La victoria de la Cosmogonía Glacial de Hörbiger

Hans Hörbiger.


La actual ciencia corrobora, inevitablemente y después de casi un siglo, los postulados del ingeniero austriaco Hörbiger en relación con la dinámica cósmica y las catástrofes cíclicas.


Londres.- Hace 13.000 años, un cometa explotó sobre la Tierra, provocando una lluvia de bolas de fuego que incendió la mayor parte del hemisferio Norte. Las culturas primitivas de la Edad de Piedra quedaron así destruidas, y la población de mamuts y otros animales terrestres de gran tamaño, como el mastodonte, desaparecieron del planeta. La explosión también produjo una nueva etapa de enfriamiento climático, que duró 1.000 años y que interrumpió seriamente el desarrollo de las primeras civilizaciones humanas emergentes en Europa y Asia.

Ésta es la sorprendente conclusión que ha alcanzado un equipo de científicos estadounidenses. "El cometa desencadenó una onda expansiva que cambió la Tierra en profundidad", asegura el geofísico Allen West. "Con un diámetro de entre dos y tres kilómetros, el cometa estalló antes del impacto, lo que produjo una serie de explosiones, cada una de las cuales debió equivaler a la deflagración de una bomba atómica. El resultado tuvo que ser el de un infierno en la superficie terrestre. La mayor parte del hemisferio Norte debió arder".

Esta teoría se presentará esta semana en la reunión de la Unión Geofísica Americana en Acapulco, México. Un grupo de científicos, entre los que se incluye West, informarán del hallazgo de una capa de diamantes microscópicos en 26 puntos distintos de Europa, Canadá y Estados Unidos. Se cree que se trata de los restos de un gigantesco cometa rico en carbón que estalló en millones de pedazos sobre nuestro planeta hace unos 12.900 años, según han calculado. Las elevadísimas presiones y el calor desencadenado por los fragmentos al chocar contra la Tierra convirtieron el carbón del cometa en polvo de diamante. "Las ondas explosivas y el calor debieron ser impresionantes", asegura West. Posiblemente quemó la piel de los animales y la ropa que llevasen los humanos. El calor abrasador debió incendiar así mismo las praderas del hemisferio norte. Los animales herbívoros de gran tamaño, como el mamut, que sobrevivieran a la explosión, debieron morir de hambre más tarde en millares. Sólo los animales, incluyendo a los humanos, cuya dieta era más variada lograron sobrevivir al periodo subsiguiente».

Los científicos destacan que las pruebas arqueológicas muestran que las primeras culturas de la Edad de Piedra sufrieron graves reveses por aquella época. En concreto, los cazadores de la Edad de Piedra, descendientes de los grupos de cazadores que emigraron desde el continente hasta Asia, se desvanecieron por entonces.

Estos hombres eran los cazadores más fieros del planeta, hombres y mujeres que fabricaban magníficas puntas de lanza en piedra, que utilizaban para cazar animales, incluyendo al mamut. Su desaparición de aquella era ha sido causa de intensos debates, y la explicación clave a la que se había llegado hasta el momento fue el cambio climático. Ahora, sin embargo, aparece una nueva explicación: los primeros americanos murieron como consecuencia de un cometa.

Y no fue sólo el continente americano el más afectado por la descomunal explosión. Por aquella época, la Tierra emergía de la última Edad del Hielo. El clima se iba calentando lentamente, aunque las latitudes más elevadas todavía se hallaban cubiertas de placas de hielo. La desintegración del cometa debió afectar a estas placas, derritiéndolas en tal cantidad de agua vertida al Atlántico que seguramente se produjo un trastorno en las corrientes oceánicas, incluyendo la corriente del Golfo. El efecto a largo plazo fue un periodo de frío de 1.000 años que azotó Europa y Asia.

Este acontecimiento, devino en mito y leyenda de acuerdo a la visión de los sobrevivientes, traducido luego en la tradición del diluvio universal, existente entre los Mayas, Aztecas e Incas. Es el gran cataclismo que arrasó con Tiahuanaco; el diluvio del combate entre Tren-tren y Kai-kai en la tradición oral de los araucanos; la “salvación” de Noé y el Crepúsculo de los Dioses (Götterdammerung) de los Edda.

La datación coincide también, con el hundimiento de la isla de Atlantis, indicada por Platón.

Los postulados expuestos en la Cosmogonía Glacial en torno a la mecánica del Cosmos, su composición y dinámica junto al aumento de la fuerza gravitacional producto del acercamiento inevitable del satélite lunar, el cambio del eje terrestre y los cataclismos cíclicos se desarrollan y cumplen de manera infalible.

Esta es la victoria de la Cosmogonía Glacial de Hans Hörbiger.

Fuente: The Observer - El Mundo. Por Robin Mc Kie. 22 de Mayo de 2007.

miércoles, 14 de noviembre de 2007

Huellas humanas de 40.000 años de antiguedad

Una de las huellas encontradas en México.


Nuevas huellas rebaten teoría sobre la llegada del hombre a América

Un grupo de científicos británicos descubrió huellas humanas de hace 40.000 años en el centro de México, que rebaten ahora las teorías de cómo los primeros humanos poblaron América. La profesora Silvia González, de la Universidad Liverpool John Moores (LJMU) y jefa de la investigación, declaró que los descubrimientos "son la punta del iceberg", para ayudar a "rescribir" la historia y cómo el hombre primero llegó a América. Según los geólogos, el histórico descubrimiento, realizado cerca de la ciudad de Puebla, a 130 kilómetros al sureste de la ciudad de México, desafía las establecidas teorías de que los primeros pobladores de América llegaron a ese continente cruzando el Estrecho de Bering, desde Rusia a Alaska, alrededor del final del período de la Edad de Hielo (entre 1.500 y 11.000 años).

La evidencia que sustenta esta teoría llega de las llamadas herramientas Clovis Points utilizadas por dichos ancestros humanos para cazar mamuts, halladas en muchas cuevas del continente americano. Sin embargo, el grupo de científicos británicos halló las huellas en la cueva de Valsequillo Basin, en septiembre de 2003, que indica que los primeros pobladores de América llegaron a ese continente hace 40.000 años. "Creemos que hubo distintas olas inmigratorias de diversos tipos de pobladores a América en varios períodos de tiempo", explicó González. Las huellas de pies humanos fueron halladas cerca del volcán Cerro Toluquilla, y más tarde analizadas por distintos científicos, entre ellos el profesor David Huddart, del LJMU, como también el experto Matthew Bennett, de la Universidad de Bournemouth (sur de Inglaterra). "Las pisadas quedaron preservadas como huellas fósiles en cenizas volcánicas cerca de lo que creemos era un antiguo lago volcánico. Variaciones climáticas y la erupción del volcán Cerro Toluquilla provocaron un aumento y reducción en los niveles de agua del lago, exponiendo la ceniza volcánica", según González. Para la investigadora, los primeros pobladores de América "debieron sentirse muy sorprendidos y curiosos por la erupción del volcán y caminaron a través de esta costa del lago, dejando detrás de sí huellas que muy pronto quedaron cubiertas por las cenizas volcánicas y sedimentos marinos". Esas pisadas quedaron sumergidas nuevamente cuando se elevó el nivel de las aguas del lago, preservando las huellas fósiles.

El grupo de científicos de la Universidad John Moores de Liverpool realizó varias copias de estas huellas humanas, que pueden ser vistas a partir de hoy en la exhibición de verano de la Royal Society en Londres.

Fuente: Diario La Tercera. Santiago de Chile, 5 de Julio de 2005.


Descubren huellas de primeros humanos que llegaron a América

Datan de hace 38000 años y fueron encontradas cerca de la ciudad de Puebla, en México.

Las impresiones quedaron fosilizadas en una zona cercana al volcán Cerro Toluquilla. Los análisis indican que sus autores habrían medido entre 1,17 y 1,90 m. P Este hallazgo y los realizados en sitios como Monte Verde, sur de Chile, apoyan la teoría de que no hubo una sino varias olas migratorias.-

En 2003, un equipo de científicos recorría la cuenca Valsequillo, cerca de la ciudad de Puebla, México. Mientras los investigadores estudiaban varios sitios arqueológicos del lugar -cercano al volcán Cerro Toluquilla- se toparon con algo inesperado: una planicie de ceniza en la que parecían existir más de 200 huellas fosilizadas dejadas por humanos, incluyendo niños. Tras dos años de análisis, los expertos liderados por Silvia González -geoarqueóloga de la U. John Moores de Liverpool (Reino Unido)- aseguran que las huellas datan de hace 38.000 años y que pertenecieron a los primeros habitantes humanos que llegaron a América.

Varios puntos de vista Según la teoría tradicional, los humanos llegaron al continente cruzando entre Siberia y Alaska, mediante una masa de tierra que unía ambos continentes hacia fines de la última era glacial (entre 10.000 y 12.500 años atrás). Esta teoría se basa en una serie de puntas de lanza halladas en el yacimiento Clovis, en Nuevo México, EE.UU. El lugar tiene 11.200 años y por mucho tiempo se creyó que eran los restos más antiguos de asentamientos. Sin embargo, esa idea comenzó a ser cuestionada tras el hallazgo de lugares como Monte Verde, ubicado en el sur de Chile y que data entre 12.500 y 13.000 años atrás. "La existencia de estas huellas de casi 40.000 años implica la prueba definitiva de que el llamado modelo Clovis ya no puede ser aceptado como la primera evidencia de presencia humana en América", dijo David Huddart, geólogo de la Universidad John Moores. Las impresiones quedaron fosilizadas junto a lo que fue el borde de un lago. Silvia González sugiere que tras llegar a la costa usando botes, los primeros americanos exploraron hasta llegar cerca del volcán Cerro Toluquilla. Probablemente, una erupción los hizo huir. "Pensamos que hubo varias olas migratorias en diferentes momentos y realizadas por distintos grupos", dijo. La experta agrega que, ante la nueva evidencia, se necesita una revisión urgente de nuevas rutas de desplazamiento: "Nuestros hallazgos apoyan la teoría de que estos primeros colonizadores pudieron llegar navegando a través de la ruta del Pacífico, en lugar de a pie". Usando técnicas como radiocarbono, luminiscencia y análisis de sedimentos en el lugar de las huellas, se obtuvo el mismo resultado: 38.000 años de antigüedad. "Esto va a ser una bomba arqueológica y estamos dispuestos a luchar por ella", dijo González. Aunque el origen de los primeros habitantes es incierto, la científica indica que estos colonos habrían sido cazadores que viajaban constantemente en grupos pequeños, lo que explica el débil rastro que dejaron. Incluso, agrega, se habrían extinguido sin dejar un legado genético.

El arqueólogo Michael Faught -experto en asentamientos Clovis- dijo a La Tercera que "Monte Verde en Chile y otros lugares de Sudamérica ya rompieron la barrera impuesta por la tradicional teoría de la población americana". Además, señala, se necesitan más análisis que establezcan "una edad precisa de toda la cuenca volcánica. Hasta que se obtenga ese dato nadie podría confirmar o negar esta posibilidad". Otras pistas ancestrales también analizadas Las evidencias que apuntan hacia la presencia temprana del ser humano en América abundan por el continente. Según explica el arqueólogo de la U. de Chile, Carlos Ocampo, se ha encontrado evidencia de que el hombre visitó Alaska, EE.UU., Brasil e incluso Chile mucho antes de que se registrara la migración por el Estrecho de Bering. "En Monteverde hay un sitio que no se ha investigado en profundidad, el cual reveló fogones que fueron datados en 30 mil años", dice el arqueólogo, quien encabeza un estudio que ya lleva cuatro años investigando entre Puerto Montt y Chiloé. "Esa zona no fue alcanzada por la última glaciación. Tenemos fechas de ocupación que van desde los 11 mil a los 33 mil años, muy recientes y que estamos analizando", dice. El experto agrega que es muy probable que la migración hacia América se haya realizado por la costa, "ya que durante la glaciación el nivel del mar estaba unos 100 a 120 metros más bajo".

Fuente: Diario La Tercera. Santiago de Chile, 6 de Julio de 2005.

viernes, 2 de noviembre de 2007

La cultura “Monte Verde” en Chile sería el primer asentamiento en América

Estructura ceremonial en Monte Verde (Fotografía de Tom Dillehay).

Instrumentos líticos encontrados en Monte Verde.


El estudio publicado en la revista “Science,” por los arqueólogos Michael Waters y Thomas Stafford indica que las nuevas dataciones con radiocarbono de la cultura Clovis apuntan a que tal vez sus autores no fueron los primeros habitantes del denominado “Nuevo Mundo” y que su influencia sólo duró unos pocos siglos. ¿De dónde han venido entonces los moradores de Monte Verde, en el Sur de Chile? ¿Qué ruta han seguido? En su obra El Secreto de la América Aborigen, el Profesor Roberto Rengifo propugnó el origen polar antártico del Hombre en el casquete de tierras hoy dislocado, quien migrará y poblará inicialmente América en una época anterior a la última glaciación, esto es, antes de 12,000 años atrás. Ello explicaría la presencia de poblamiento humano en Monte Verde, precedente a cualquiera otra manifestación cultural conocida y cuyos vestigios arqueológicos quiebran la estructura evolutiva oficial del poblamiento del continente. Y recodemos aquí que esto se trata sólo de Monte Verde I, pues Monte Verde II, trataría de un asentamiento aún más antiguo: 33, 000 años a. C., donde sólo se han extraído algunos instrumentos líticos.

La mayor antigüedad del Hombre en América, específicamente en Chile, revalida los postulados desarrollados por el Profesor Rengifo a lo largo de sus investigaciones, las cuales a la luz de los recientes hallazgos arqueológicos, necesariamente, abrirá nuevas perspectivas para el conocimiento de la Prehistoria de la América Aborigen.


Washington, 22 de Febrero.- Dos arqueólogos estadounidenses han reconocido que los grupos Clovis puede que no fueran la primera cultura del continente, lo que abriría las puertas al yacimiento de Monte Verde, en el sur de Chile, como el primer asentamiento humano de América. En un estudio publicado esta semana en la revista “Science,” los arqueólogos Michael Waters y Thomas Stafford indican que las nuevas dataciones con radiocarbono de la cultura Clovis apuntan a que tal vez sus miembros no fueron los primeros habitantes del Nuevo Mundo y que su influencia sólo duró unos pocos siglos.

Esa admisión también descarta la posibilidad de que hubieran sido miembros de esa cultura norteamericana los que, hace más de 13 siglos, colonizaron el continente a lo largo de un corredor templado en medio de la glaciación que unía a Norteamérica con Sudamérica. Se conoce como cultura Clovis el conjunto de sitios arqueológicos descubiertos en Norteamérica donde se encontraron vestigios de artefactos, instrumentos, armas primitivas y restos humanos. El más importante de ellos fue descubierto en Clovis, en el estado de Nuevo México, donde había cuchillos, pulidores, instrumentos para esculpir y puntas de flechas con características que después aparecieron en diversos lugares del continente. Sus primeros miembros fueron inmigrantes que, de acuerdo a las teorías arqueológicas, llegaron desde Asia a través del estrecho de Bering, en el extremo septentrional del continente americano, el cual se había convertido en un puente natural debido a la glaciación. Según señalaban hasta hace un tiempo los arqueólogos, las decenas de asentamientos Clovis, algunos de los cuales se habrían extendido hasta lo que es ahora territorio venezolano, surgieron entre 11.500 y 10.900 años atrás, de acuerdo a la datación mediante radiocarbono. Sin embargo, Stafford y Waters indican en su estudio que una reevaluación de la datación y de los registros establece que la antigüedad de Clovis fue en realidad de 11.050 y 10.800 años. Esta revisión se yuxtapone con otros sitios arqueológicos en Norteamérica e implica “que los seres humanos ya vivían en el continente antes de Clovis,” según admiten los científicos.

Entre esos sitios contemporáneos de Clovis (con una diferencia calculada de 200 años) se incluyen varios asentamientos en Norteamérica y los del Cerro Tres Tetas, Cueva Casa del Minero y Piedra Museo, en Argentina. Es altamente improbable que en un lapso de 200 a 350 años los seres humanos hubieran entrado en Norteamérica, se hubieran adaptado a la tundra ártica del norte, a las mesetas, a los desiertos y a las selvas; hubieran aumentado su población y llegado al extremo sur de Sudamérica en 10 a 18 generaciones, señalan los arqueólogos. En realidad, según manifiestan Waters y Stafford en su informe publicado en “Science,” en “Sudamérica, los seres humanos parecen haber estado presentes hace 12.500 años en Monte Verde,” en Chile, es decir un milenio antes que en Clovis.

Entre 1977 y 1985 el arqueólogo Tom Dillehay, de la Universidad de Kentucky, excavó el sitio de Monte Verde y allí encontró residuos de fogatas, restos de chozas y herramientas filosas, además de restos de llamas del Pleistoceno, pequeños mamíferos, pescados y moluscos. Según escribió Mark Rose en la revista “Archaelogy,” Monte Verde, con una antigüedad de 12.500 años, fue anterior a cualquier otro sitio en Norte o Sudamérica. Además, no estaba de ninguna forma cerca del estrecho de Bering, el lugar por donde la mayoría de los expertos cree que los seres humanos entraron al continente desde Asia, señala Rose. "Los datos arqueológicos muestran ahora que Clovis no representa a los primeros habitantes de las Américas y que se necesita un nuevo modelo para explicar” el origen de la presencia humana en el continente, según reconocen Waters y Stafford.

Ya existe una teoría alternativa sobre el origen humano en el continente. Esta señala que los primeros hombres que poblaron el continente llegaron desde las islas de la Polinesia, a través del Pacífico, y dejaron una huella cultural que todavía se manifiesta en algunos pueblos indígenas del sur de Chile.

Fuente: Diario La Segunda. Santiago de Chile, 22 de Febrero de 2007.

miércoles, 17 de octubre de 2007

Editorial

El gigante de Tarapacá. Un símbolo de la América prediluvial.


Ya antes hemos indicado que todos concurren a creer que
en la noche de los siglos moró en Chile una raza de hombres
que dejó las huellas de su paso escritas en el granito de los Andes,
y que se supone desaparecida a consecuencia
de los grandes cataclismos que en una época geológica
reciente ha debido experimentar este continente.
José Toribio Medina



Desde la irrupción europea en América, diversos cronistas, exploradores y viajeros, entre los que figuran Américo Vespucio, Pedro Sarmiento de Gamboa, Antonio Pigafetta y Pedro de Valdivia, entre otros, constataron en sus registros y escritos la existencia de poblaciones aborígenes de América, diferentes de las comúnmente conocidas, como es el caso de los “indios blancos” y de los “gigantes”, habitantes con características distintas a los fenotipos de origen asiático que poblaron el continente tras la última Edad del Hielo.

¿Por qué no se ha profundizado su conocimiento?

Este espacio busca la difusión de noticias y estudios sobre las huellas de la América pre-indígena. En ese sentido, la Cosmogonía Glacial (1913) de Hans Hörbiger, abre un extenso horizonte de posibilidades, al remontar la historia del planeta y de los hombres a varios milenios más atrás de lo que las actuales ciencias antropológicas y arqueológicas proponen para una historia evolutiva y lineal. Estas remotas culturas y civilizaciones se han visto expuestas a catastróficos procesos planetarios conocidos como los diluvios de los mitos y las leyendas, presentes en casi todas las regiones del planeta.

Los vestigios prediluviales se encuentran en América como silenciosas huellas de los primigenios habitantes del continente. Aún permanecen como misteriosas manifestaciones las construcciones megalíticas, prácticamente desconocidas e incalificables para la arqueología, como los menhires de la Patagonia y Atacama, los geoglifos y las construcciones piramidales. Algo semejante acontece con determinadas piezas arqueológicas y con símbolos que se pierden en la noche de los tiempos. Estas piezas no “encajan” con la arqueología oficial y quiebran la línea cronológica-evolutiva que la sustenta.

Registros de la existencia del grupo primigenio se encuentra en numerosas crónicas del Descubrimiento, la Conquista y la Colonia e incluso, en trabajos de distintos observadores en el transcurso del siglo XX, manifiestamente ignorados por la historiografía oficial, entre los que figuran Diego Barros Arana, José Toribio Medina, Roberto Rengifo, Edmund Kiss y P. H. Fawcett, entre otros.

Rafael Videla Eissmann
Editor de La Otra América